¿Cómo se orienta la tarántula mediterránea para volver a casa?
Un entomólogo observa una tarántula. Este tipo de información proporciona a este arácnido, al igual que a los humanos, datos sobre su posición corporal, que le hacen reaccionar de manera rápida, refleja y automática, según ha señalado a Efe el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Joaquín Ortega, quien lleva más de una década estudiando esta tarántula. Esta información permite reacciones importantes para la supervivencia y regula la dirección y el rango de movimiento.
"Es como cuando una persona se levanta por la noche para ir al baño o a la cocina, sabe qué camino seguir", ha explicado Ortega. Este profesor del departamento de Psicología Biológica y de Salud, quien tiene más de cien de estas arañas en la universidad, se encontró esta "afición" casi por casualidad, cuando paseaba por Peguerinos (Ávila) y se topó con varios nidos de esta tarántula. Investigó y descubrió que nadie, aparte de los taxónomos, se había interesado por esta araña, que, si bien no es peligrosa, puede causar reacciones importantes en aquellas personas sensibles a las picaduras de algunos animales, como la de las avispas. La tarántula mediterránea ("Lycosa tarantula") habita en la Sierra de Garraf en Cataluña, en las provincias del Mediterráneo, en la zona centro del país y en algunos lugares de Andalucía, en concreto en Almería, además de en el sur de Italia y Croacia.
Que cosas tan trascendentales descubren estos científicos! Andaba yo muy preocupado por cómo harían las pobres arañas para regresar a sus domicilios y este artículo me tranquiliza cantidad.
Ahora bien, no me gustaría tener que estudiar en la Autónoma y encontrarme con uno de los cien ejemplares del Profesor Ortega. Tiene que ser desagradable que te suba uno por la pantorrilla cuando estás concentrado con los apuntes.
más codiciado en camboya
En Skuon, a 70 kilómetros al norte de Phnom Penh, la capital se chupan los dedos cuando agarran un cucurucho de araña fritas. Los comerciantes venden las tarántulas, fritas con ajo y hierbas, amontonadas en bandejas de madera.
El pueblo, estratégicamente situado en la confluencia de las carreteras que llevan a los milenarios templos de Angkor, Laos y Phnom Penh, es parada habitual de viajeros y allí les esperan los vendedores de insectos.
El producto tiene una notable salida y el cliente no pierde el tiempo en protocolos innecesarios para disfrutar del refrigerio.
Se empieza por las patas, crujientes y delicadas, de un sabor que recuerda a las gambas al ajillo, y se culmina con el abdomen, cuyo regusto ligeramente rancio aprecian sus seguidores.
Cada puesto suele tener un pequeño cubo con tarántulas vivas, para quienes prefieran llevárselas a casa para prepararlas allí, aunque por lo general la manera más popular es freírlas y ponerlas en la mesa recién salidas de la sartén, de forma que en el momento de comerlas estén al máximo de crujientes, explican los camboyanos.
Para los neófitos que empiezan a adentrarse en este mundo culinario, más que el sabor o la textura, lo que distingue las tarántulas de cucarachas, gusanos o saltamontes es su precio, mucho más caro que el de la mayoría de insectos.
Unos 2.000 riel (medio dólar) por unidad se paga por una de estas peludas arañas, frita o viva y coleando, cuatro veces más que la langosta, de tamaño similar.
"Cuesta mucho encontrarlas y además es peligroso porque tienen veneno y pueden morderte", explica Sina, una de las vendedoras de bichos que asegura conocer a más de uno que ha perdido la vida por una picadura de tarántula.
El negocio le reporta cada mes hasta 250 dólares, una cantidad nada despreciable en la empobrecida Camboya, donde la mayoría de la población sobrevive con un dólar diario y un obrero de la industria textil cobra 90 dólares mensuales.
Skuon tiene fama de vender las tarántulas más sabrosas de Camboya, hasta el punto de que las autoridades turísticas lo promocionan como la "ciudad de las arañas".
Lo curioso es que el producto estrella de Skuon procede de otra localidad distante unos 50 kilómetros.
"Arañas aquí no hay ninguna. Vienen todas de Kompong Thom. Lo que pasa es que las vendemos aquí porque es donde paran todos los autocares", explica otra comerciante.
El inicio del consumo de tarántulas en Camboya se remonta a los famélicos años del régimen del Jemer Rojo, que gobernó Camboya de 1975 a 1979 y después libró una cruenta guerra civil contra las tropas gubernamentales hasta su desintegración, a finales de la década pasada.
Según cuentan los veteranos de aquella época, la población padeció tal hambruna que se lanzó a comer todo tipo de cosas para completar el revolucionario cazo de agua y arroz con el que los líderes maoístas alimentaban a la nueva sociedad socialista agraria que vislumbraban.
"¿Desde cuándo se comen las arañas? Desde que hay arañas", responde Lin, una jovencita que ofrece piñas con una llamativa tarántula paseándose por su camisa, una imagen que hace las delicias de los turistas que llegan a Skuon.
Joven vive con más de 130 tarántulas como mascotas
Julián vive en una habitación alquilada de Alicante y con él todas sus mascotas: más de 130 tarántulas venenosas. Asegura que le tiene más miedo a su jefa que a sus arañas.
Su tarántula mexicana se la regaló su madre cuando era niño. Comenzó a coleccionarlas y ahora tiene una de las muestras particulares más importantes de Europa. Asegura Rodríguez que tiene ejemplares únicos en Europa y que en su casa se pueden ver más especies y más raras de las que se pueden contemplar en cualquier zoo español.
Está acostumbrado a que le llamen raro, a su compañero de piso ni siquiera se lo ha dicho para que no salga corriendo. Dice está cansado de que le llamen freaky cuando sólo es un aficionado de la entomología.
Tiene tarántulas de medio mundo: de Panamá, de las Antillas francesas o de la India. También tiene una Pocilothenia, una de las especies más venenosas que se conocen. Aunque parezca que está dormida, está preparada para morder en cualquier momento.
Para Julián no hay tarántula agresiva, sino tarántula amenazada. Son su vida y le gustaría exponerlas. Las quiere tanto que a Ruth, Elena e Inma las ha llamado como a sus tres novias.
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