Durante el verano las hembras depositan sus huevos sobre un grueso "plato de seda": recién en ese momento el esperma sale de las espermatecas de la hembra y contacta con los óvulos, produciéndose la fecundación. La hembra tapa los huevos con nuevas capas de seda y redondea una "ooteca" o saco de huevos, por lo general libre, que cuida celosamente dentro de su cueva. En este período, la hembra no se alimenta y enflaquece mucho: por lo general, cierra la boca de la cueva con tierra y/o seda.
Las tarántulas hacen una sola ooteca por año y no ponen demasiados huevos: desde varias decenas hasta algunos pocos cientos, por ooteca (otras arañas más pequeñas - no tarántulas - ponen miles por período: claro, después mueren). Cuando las arañitas emergen, las madres son muy tolerantes con ellas y ellas entre sí. Estos juveniles se alejan luego de mudar una o más veces.
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